sábado, 17 de noviembre de 2012

Detrás del segundo de Javier Duarte de Ochoa, los informes de los alcaldes


Cevejara
Como en cascada, llegarán en lo que resta de este último mes y medio del años; los segundos informes de los 212 presidentes municipales veracruzanos, una vez que el gobernador Javier Duarte de Ochoa rindió el propio; el segundo también, pero muy esperado por su contenido económico, político y social.
Ahora el turno corresponde a los alcaldes desde el Pánuco hasta el Tonalá y por supuesto que también llaman la atención porque un alto porcentaje de ellos continúan como cuando iniciaron; tronándose los dedos por las descapitalizadas administraciones que recibieron.
Arcas vacías, millonarias deudas por créditos signados por los antecesores pero sin soportes que sustentaran la correcta aplicación de esos recursos, a lo que había que agregar una gran cantidad de obras inconclusas pero reportadas como concluidas.
Hubo incluso algunos de esos presidentes municipales del trienio 2008-2010 que desaparecieron toda la documentación oficial para borrar rastros, mientras otros ni siquiera se atrevieron a presentar su último informe de labores porque si bien entrarían al recinto del evento, no los hubiesen dejado salir los acreedores.
La ya de por si difícil situación de inicio de gobierno se complicó más porque el Congreso Estatal y el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) habían aprobado sin observación grave alguna, las Cuentas Públicas de esos Ayuntamientos; dejándolos a los nuevos en total estado de indefensión al no existir según esas dos instancias culpables de tales saqueos calculados conservadoramente en unos  mil millones de pesos.
Esos que en la práctica son muy explicables veredictos del Congreso y del ORFIS, corrupción pues; marcaron a gran parte de los actuales gobiernos municipales veracruzanos que llegan a su segundo de tres años de gestión como iniciaron; haciendo circo, maroma y teatro destapando un hueco y poder tapar otro hasta que la crisis económica tocó fondo..
Será entonces esa la particular característica que identificará los segundos informes municipales, la misma de los primeros; sin dejar de reconocer que sin poder afirmar que la marcha de todos fue sostenida y tampoco la obra pública porque otro freno lo constituyeron los recortes federales..
Ante ese crítico escenario, los más avezados alcaldes a los que sus presupuestos apuntalaron, lograron renegociar las deudas del pasado con instituciones bancarias de servicio a largo plazo y por ésto, prolongándolas hacia los futuros cabildos.
Todos llegan al penúltimo tramo de su gestión y no pocos de ellos tienen proyectos políticos futuristas, ya para enganchar algo en el nuevo gobierno federal peñanietista, con el estatal, alcaldías; el próximo Congreso Local y los más se darán por bien servidos si logran librar sin problemas este complicado reto que les dejaron los que se fueron con las alforjas llenas, aunque ellos no se irían con estas vacías.
Una señal que podría enviarles el gobernador Javier Duarte de Ochoa a los considerados más picudos entre los 212 alcaldes, será con los representantes personales que designe para sus informes como por ejemplo, a Alberto Silva de Tuxpan o Salvador Manzur de Boca del Río enlistados para empresas mayores como la del 2016.
Igual pero guardando las recomendables distancias, los que; aquellos o aquellas que Karime Macías de Duarte comisione para los informes de las presidentas de los DIFs municipales entre las que hay más de una que le tira a heredar la silla grande que hoy ocupa el esposo.

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