Gerardo Prieto Candelario
EMPRESAS GENERAN DESPLAZAMIENTOS DE MANO DE OBRA LOCAL
La mano de obra desplazada a trabajadores locales, en construcciones de esta ciudad, ha sido generada por los propietarios de las obras, quienes contratan constructoras foráneas y estas traen personal de otros estados, lo que provoca brote de inconformidades en los sindicatos porteños.
Pero este desplazamiento, además de causar afectación a la economía de los trabajadores que viven esperanzados a las obras que se realizan en la ciudad, donde deberían ser contratados, también genera protestas como las que se realizaron recientemente, en este puerto.
Una de las primeras protestas de trabajadores, fue la del sindicato de albañiles de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) que dirige Vicente Aparicio Rosario, quienes peleaban la obra de limpieza de lo que fue la tienda Wal Mart, donde trajeron trabajadores de otros estados a realizar la labor.
En esos días Vicente Aparicio, amenazó que de no ser contratados sus agremiados, bloquearían los accesos a las instalaciones, porque los trabajadores llevaban 15 días esperando y no se les daba el trabajo, y para aguantar comían sólo bolillo y agua.
Pero todo se apago, repentinamente, ya Aparicio, no apareció, la protesta se esfumo y tampoco se informó si hubo o no un acuerdo, si se contrataron a los trabajadores o en que terminó el problema, pero esta fue la primer protesta.
Apenas el jueves de la semana pasada, se registró otra protesta frente a la obra de un edificio que se construye en el malecón costero, ahí trabajadores del sindicato de electricistas también de la CTM, se plantaron frente a esa construcción para exigir que les den trabajo, ya que por derecho les corresponde y reprobaron que traigan gente de otros Estados.
Pero aquí tanto las constructoras como los propietarios de las obras, son quienes generan el desplazamiento de mano de obra local, y hasta cierto punto llegan a discriminar a los trabajadores locales, pues al traer gente de otros lados, indica que los de aquí no tienen la capacidad, cuando en esta zona existe mano de obra de muy buena calidad.
DIRIGENTES SINDICALES POCO APOYO A SUS AGREMIADOS
Pero el desplazamiento de mano de obra local, también es solapado por algunos dirigentes sindicales, quienes primero hacen declaraciones de que son muy enérgicos al exigir que se respete a los trabajadores locales, y se les otorgue trabajo, pero luego se suavizan y ya no dan la cara.
Esto también pone a los obreros, albañiles, electricistas y otros más, en estado de indefensión, pues aun cuando en la ciudad se anuncia las construcciones de grandes obras, muchos de ellos sólo ven como en poco tiempo se inauguran y nunca les llegó el trabajo, porque ahí la mano de obra que utilizaron fue a foráneos.
Ya es hora que los dirigentes o quienes se dicen líderes sindicales, se pongan a defender verdaderamente los derechos de sus agremiados, porque además se han eternizado en el poder, de los sindicatos, pues han descubierto que es un jugoso negocio, y se niegan a soltar el poder.
SIMULACROS SÓLO PARA CUMPLIR CON EL TRÁMITE
Así es, muchos de los simulacros que se realizan en la zona industrial es sólo para cumplir con el trámite y requisito, pues estos carecen de coordinación, y esto provoca que la gente los vea como algo sin importancia, cuando este tipo de acciones es para capacitar a habitantes ubicados en zonas de riesgo.
El viernes la Administración Portuaria Integral (API) que dirige Gilberto Ríos Ruiz, llevó a cabo un simulacro denominado “código 3”, donde se informó que hubo una gran evacuación de habitantes de la colonia Frutos de la Revolución, Lázaro Cárdenas, entre otras, cuando en realidad, la ciudanía ni estaba enterada.
Lo anterior se pudo constatar porque, los camiones urbanos que se destinaron para la evacuación iban vacios, y los números que daban fueron posiblemente, los alumnos de la escuela Francisco I Madero, a quienes se les indicó que deberían salir de sus aulas de clases y dirigirse hacia los camiones con las manos en la nuca, como si se tratara de reos.
Cuando esto obliga a los infantes a llevar la cabeza agachada, sin poder ver a donde van, con el riesgo de tropezar y caer, pero además, mucha gente aun cuando vio la movilización de los cuerpos de emergencia y al Ejército, cerrar calles, ellos siguieron en sus viviendas sin inmutarse de la simulación de la contingencia.
Lo anterior habla de que no hay una preparación previa de los habitantes, vecinos de zonas de riesgo, y esto cuando se presenta una contingencia verdadera, es cuando se dan cuenta de los errores, porque en la evaluación, siempre sale que todo salió de acuerdo a lo planeado, y si hubo fallas fueron mínimas, pero en una contingencia real es donde se ve aun más las fallas.
Porque quienes tienen la obligación de informar lo que sucede, hasta tratan de ocultar la contingencia, tardan horas en poder detectar de donde proviene, si se trata de alguna, fuga, y ninguna empresa dice “Yo Fui”, es por ello que los organizadores de los simulacros, deberían ser un poquito honestos y reconocer los garrafales errores que se presentan en estos eventos.
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