Con todo y eso que quisieron
presentar como modalidad, netamente derivada de acuerdos entre bancadas para
satisfacer los intereses de la partidocracia.
Se impuso ese obtuso criterio en la Cámara de
Diputados allá en San Lázaro para dividir en tres periodos de cuatro meses cada
uno para PRI, PAN y PRD en ese orden, respectivamente; la presidencia de la
mesa directiva del último año de ejercicio de esa LXI Legislatura Federal.
Pero ni así, el PAN y el PRD también
beneficiarios de ese arreglo a modo, pudieron evitar que el cuasi amarrado
candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto todavía gobernador del
Estado de México; tomara las riendas de ese poder mediante su dependiente
aliado diputado tricolor por segunda vez; exgobernador, exsecretario de
gobernación Emilio Chuayfett Chemor que encabezará ese primer periodo donde se
debatirían, analizarían y aprobarían en su caso las iniciativas de ley
presentadas la mayoría por el presidente Felipe Calderón y congeladas hasta
ahora.
No olvidar entonces aquel rumor que corrió
cuando coincidente con la víspera de las elecciones para gobernador del Edomex
y por orden de Peña Nieto al PRI, se dejaron en calidad de pendientes avanzadas
reformas para recibir luz verde como las de Seguridad Nacional, Política y
Laboral entre otras y sus derivados.
Po lo que la
designación de Chuayfett Chemor no hace más que confirmar la gran influencia y
control que ejerce Peña Nieto sobre el PRI rumbo al 2012, cuestión que ratifica
asimismo su más que adelantado destape.
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